Arcoíris tiene solo 7 años. Sin embargo, hace 5 atraviesa varias causas judiciales que se desprenden de las denuncias de abusos sexuales intrafamiliares que señalan al abuelo paterno y a su progenitor como presuntos autores de los delitos.
Si bien hace un año la pequeña vive con su madre en la Ciudad de Buenos Aires para dejar de habitar un clima de completa violencia, la Justicia de La Rioja consideró la mudanza ilegitima. Por lo que en febrero, la jueza designada intentó restituir a la niña a la familia de los presuntos abusadores y detener a su madre.
La jueza de instrucción de Violencia de Género y Protección Integral de Menores N° 2 de La Rioja, Gisela Flamini, levantó la orden de detención. Además, dispuso un plazo de 24 horas para que intervenga en el caso el Consejo de Niños, Niñas y Adolescentes de CABA. En ese momento, a través de un operativo policial, se buscó la revinculación forzada de la nena con su progenitor.
Durante la intervención de la institución, la niña tuvo una audiencia en la que relató abusos sexuales de parte de su abuelo paterno y su progenitor. Sin embargo, ese mismo día, y al fracasar con la revinculación, la jueza Flamini dictó prisión domiciliaria para la madre. Desde entonces, ella cumple condena anticipada por un delito que está en etapa de instrucción.
La Justicia de La Rioja negó su excarcelación
La madre fue indagada y posteriormente sus abogadas solicitaron la excarcelación, la cual fue denegada el miércoles pasado.
El argumento de la jueza Flamini es el riesgo procesal dado que se desconoció el paradero de la niña, por lo que la Justicia riojana solicitó la búsqueda de la menor e incluso se intervinieron los teléfonos de la madre y la familia materna ante la sospecha de una posible fuga del país.
Si bien en las escuchas no hay indicio de que alguna vez se hablara de la posibilidad de salir del país con la niña, hace casi 90 días que la madre tiene prisión domiciliaria por impedir el contacto de su hija con su abusador.