La construcción del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK) es una pieza clave para la soberanía energética, el desarrollo de la industria local, la generación de empleo y el ahorro de divisas.
La impresionante obra de ingeniería, que fue inaugurada el 9 de Julio, Día de la Independencia, se extiende a lo largo de 573 kilómetros, desde la planta compresora de gas en Tratayén, Neuquén, hasta la planta en Salliqueló, Buenos Aires, pasando por Río Negro y La Pampa.
Si bien el final de obra se espera para los próximos meses, el GPNK ya tiene su habilitación operativa luego de un trabajo contrarreloj que desde septiembre de 2022 condujo la empresa estatal Energía Argentina (Enarsa), junto a las contratistas nacionales privadas Techint, Sacde y BTU. La obra fue construida en tiempo récord generando 50 mil puestos de trabajo (entre directos e indirectos).
¿Por qué es tan importante el gasoducto para el abastecimiento y la soberanía?
El gasoducto permitirá incrementar la capacidad de transporte hasta los centros de producción y consumo, comenzando a transitar el camino definitivo hacia el autoabastecimiento energético y posibilitando un ahorro de divisas por sustitución de importaciones de gas natural de 4.200 millones de dólares al año.
El objetivo del gasoducto es abastecer gradualmente con gas nacional la totalidad de la demanda argentina, alcanzando el autoabastecimiento y por tanto la soberanía energética, ya que se dejará de importar energía. En tal sentido, al ser local, el gas será más barato para la industria y para las casas de los argentinos y de las argentinas, ya que permitirá abastecer a precios competitivos la demanda industrial, comercial y domiciliaria del país.
Por otro lado, al contar con una traza central estratégica, reforzará el suministro al área Gran Buenos Aires y Litoral con gas natural local mediante ampliaciones eficientes, así como el abastecimiento de la Patagonia y Bahía Blanca sin necesidad de obras adicionales.
Otro de sus potenciales es que permitirá la exportación futura de gas natural y en mejoras en la competitividad industrial del país.
El gasoducto, que comprende una segunda etapa próxima a ser licitada para completar otros 1.050 kilómetros de extensión, es un componente central del conjunto de obras destinadas a ampliar la capacidad del sistema de transporte de gas y a optimizar su utilización, con nueva infraestructura y su interconexión de los sistemas de transporte existentes.
Las dos plantas compresoras del GPNK, la de Tratayén y la de Salliqueló, permitirán aumentar a 21 millones de m3 por día la capacidad de transporte del gas natural producido en Vaca Muerta, la segunda reserva de gas no convencional más grande del mundo, hacia los centros de consumo del país.