La telefonía móvil es el servicio más extendido de la Argentina. Cuenta con más de 59 millones de líneas activas, es decir, que hay ciudadanos que utilizan más de una línea de teléfono si se tiene en cuenta que el último censo determinó que somos 47 millones de argentinos. Esto muestra, con claridad, la relevancia que tiene este servicio y por qué continúa siendo importante conocer cómo es su evolución.
En la Argentina hay tres compañías que brindan servicios de telefonía móvil a través de su propia red: Claro, Movistar y Personal Entre todas se disputan un mercado que es considerado maduro.
¿Qué quiere decir esto? Que ya no hay mucho terreno para crecer porque la penetración del servicio ya alcanza a más del 100 por ciento de la población, tal como lo muestran los datos del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) de finales de 2022.
Las compañías de servicios móviles mencionadas se disputan de manera constante el mercado, es decir, la voluntad de cada cliente de telefonía, sea para que no se vaya a la competencia, o para que el cliente de otra empresa se pase a sus filas. Esto hace que las operadoras estén todo el tiempo diseñando estrategias comerciales orientadas hacia estos dos objetivos en simultáneo.
Un gran salto para la población
La telefonía móvil inició su desarrollo a finales de la década del ´90, cuando se produjo la apertura del mercado de las telecomunicaciones. A partir de ese momento, la telefonía móvil comenzó a hacerse un lugar cada vez más importante entre las personas, justamente por su carácter individual y personal, bien distinto a la telefonía fija.
Su adopción fue exponencial, a punto tal que aún en la crisis de 2001, este servicio, junto con el de internet, era el único que crecía.
Pasado ese vendaval económico, la telefonía móvil continuó avanzando y alcanzando a los distintos grupos socioeconómicos. Se trató de un fenómeno que permeó a todo nivel, inclusive dentro de la misma industria: al principio había tres o cuatro marcas de celulares que, con los años, terminaron triplicándose dada la oportunidad que suponía ofrecer distintos modelos para los nuevos usuarios de telefonía móvil.
Pasado el furor de la adopción móvil, y con un mercado masivo a punto de cumplir 34 años, hoy la telefonía prácticamente se interpreta sólo como móvil. Es el segmento del mercado de las telecomunicaciones que se mantiene ágil y dinámico. Como contrapartida, la telefonía fija retrocede cada año y hoy apenas hay algo más de 6 millones de líneas operando bajo esa modalidad, según cifras oficiales.
Dos modalidades para todos los gustos
La telefonía móvil adoptó sus dos modalidades: pospaga y prepaga. Esta última es la que suma la mayor cantidad de adeptos: más de 53,1 millones de líneas activas a diciembre de 2022, de acuerdo a los datos del Enacom.
Los planes prepago, a su vez, suelen ofrecerse en dos modalidades: con un pago mensual con renovación automática, que se extiende hasta por 30 días e incluye una serie de prestaciones y beneficios, como un pack de gigas, WhatsApp gratis y llamadas ilimitadas a las compañías de la competencia, entre otros; o mediante recargas que se efectúan cuando se necesitan, y que también incluyen WhatsApp gratuito y llamadas ilimitadas dentro de la misma compañía, entre otros beneficios.
La telefonía, en cualquiera de sus dos versiones, incluye la posibilidad de contratar una determinada cantidad de gigas, que van desde 1GB hasta 40GB. ¿De qué depende optar por un plan de gigas u otro? Básicamente del uso que cada persona le dé a la telefonía móvil.
Si su uso está vinculado con el trabajo y es necesario estar intercambiando imágenes todo el tiempo, habrá que pensar en una buena cantidad de gigas. Pero si el uso se concentra en las llamadas de voz y en la mensajería, tal vez lo más conveniente sea elegir uno de los planes con menos gigas.
La telefonía móvil es muy flexible. Por eso, si se necesitan más o menos datos, siempre es posible ajustar el presupuesto a esa necesidad. Es lo que explica que hoy sea el servicio más extendido entre la población.