El Presidente de la Nación, Javier Milei formalizó en el Boletín Oficial del día de hoy el veto a la Ley de Financiamiento Universitario, aprobada semanas atrás por el Congreso de la Nación y defendida en la tarde de ayer por una multitudinaria marcha encabezada por gremios, estudiantes, rectores y que contó con el acompañamiento de las tres centrales obreras del país, CGT, CTA-A y CTA-T.

La marcha y la transversalidad de la demanda

La Marcha Federal Universitaria logró movilizar a más de un millón y medio de personas en todo el país, siendo la marcha más importante hasta el momento contra el gobierno de Javier Milei, superando incluso la realizada el pasado 23 de abril y convocada por los mismos actores gremiales.

Además, la marcha estuvo marcada por un carácter federal como no se veía hace tiempo en el país. Simultáneamente, provincias como Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires, Tucumán, Salta, y otras tantas, fueron testigos de una masiva movilización que trascendió holgadamente el reclamo salarial de los gremios y se convirtió en un significante que aglutinó diversas demandas de la sociedad argentina, que ve a la Universidad Pública como un bastión, tal vez el principal, del ascenso social en el país.

 

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En promedio, el 80% de los estudiantes de las 61 casas de estudio del país, son primera generación universitaria, lo que da cuenta de que, aún en tiempos de crisis y dónde muchos alumnos se ven impedidos de continuar sus estudios ya sea por motivos económicos, el precio de las tarifas de transporte, el acceso a alquileres, la merma en las becas impuesta por Ejecutivo, como también por cuestiones que tienen que ver con la salud mental, y problemáticas como la depresión, que se profundizan con la crisis social-económica que atraviesa la Argentina.

Los sindicatos del sector recibieron el acompañamiento, no solo de actores que por su naturaleza histórica reivindican y tienen una presencia superlativa en las universidades nacionales como la Unión Cívica Radical (UCR) y el Partido Justicialista (PJ), sino por referentes que muchas veces resultan ajenos al contexto en que se realizó la movilización.

La presencia de actores como Horacio Rodriguez Larreta, quien lamentablemente no fue correctamente tratado por un pequeño grupo de personas que lo agredieron y le arrojaron líquidos mientras lo insultaban. Situación desagradable que no representa la amplitud y pluralidad de voces y actores presentes en lo que fue una movilización, no solo transversal en los partidos políticos, sino también en las clases media y baja de nuestro país. Como sostuvo en su discurso el secretario general de FEDUN, Daniel Ricci, “las mujeres que paran la olla en los barrios, a la noche sueñan con que sus hijos vayan a la universidad”.

También la evangelizadora de Twitter, Elisa “Lilita” Carrió, envió su apoyo a la Marcha Federal Universitaria y el titular del bloque de la Coalición Cívica-ARI, Maximiliano Ferraro, ya anunció que votarán contra el veto de Milei.

La reacción del gobierno: Pagar el costo dos veces

El Ministerio de Capital Humano que conduce Sandra Pettovello, montó días atrás un intento de desprestigio al reclamo salarial de la marcha, y ofreció un aumento salarial improvisado y muy por debajo de las expectativas de los sindicatos que reclaman por un atraso salarial que supera el 60% desde la asunción de Javier Milei. La cartera ministerial apuntó a las organizaciones de trabajadores por “rechazar una propuesta histórica”, de tan solo el 6,8%.

El comunicado subrayó que el rechazo significa que las entidades de docentes y nodocentes, “prefieren ir al paro ya que el conflicto parece tener fines políticos”, indicaron. Pólvora mojada contra un reclamo que, además de justo, trascendió las fronteras del reclamo salarial e interpela a todos los sectores de la sociedad que ven que el gobierno ataca, por fetiche, a la Educación Pública y que improvisa operaciones de bajo vuelo para un momento en el que la caída de la imagen positiva del Presidente se palpa en todas las encuestas, y más aún en la calle como quedó demostrado el día de ayer. Tal es así, que las cuentas de Capital Humano bloquaron los comentarios al público.

Por otra parte, la cuenta oficial de la Oficina del Presidente publicó otro comunicado en la tarde de ayer, donde anunció que Milei vetaría la legislación en el próximo Boletín Oficial, publicado el día de hoy.

El gobierno celebró “el sinceramiento de los dirigentes Cristina Kirchner, Sergio Massa, Martín Lousteau, Horacio Rodríguez Larreta y Elisa Carrió, quienes han decidido unirse públicamente con el objetivo de obstruir el plan económico del Presidente”, resaltó la cuenta del Ejecutivo y apuntó que “esta convergencia deja de manifiesto la consolidación de un nuevo frente de izquierda populista en defensa de los privilegios de la dirigencia política”, dispara el documento.

El problema con partidizar la marcha por parte del gobierno, es que justamente la marcha tuvo la presencia o el acompañamiento de estos y muchos otros dirigentes, por la transversalidad que significa el reclamo por la Educación Pública en toda la sociedad argentina.

Después del veto, ¿qué pasa?

El gobierno se metió en una encerrona víctima sólo de un error de cálculo propio del Presidente, envalentonado con el acompañamiento al veto al aumento para los jubilados. Para sintetizar, el reclamo por la Educación Pública y por el sostenimiento de las Universidades Nacionales se convirtió en la cristalización más importante de la preocupación de la sociedad en su conjunto y de las clases medias y bajas, sobre todo, por las malas perspectivas en torno a lo que se suele llamar el “aspiracionismo” o bien la movilidad social ascendente.

El efecto de la táctica de vetar la Ley una vez ocurrida la movilización, que buscaba quitarle peso al costo político con la especulación de que ya había sido pagado el día anterior con la marcha, precipita un error estratégico que el gobierno no puede darse el lujo de tener en la actualidad y, lejos de surtir el efecto deseado, genera mayor indignación en el grueso de la sociedad argentina. “El que paga dos veces es un …”.

Tras la movilización, los aliados circunstanciales del Ejecutivo en el Congreso que le permitieron ratificar el veto al aumento de las jubilaciones hace poco tiempo en Diputados, se ven sometidos a una mayor presión en sus territorios, incluso aquellos legisladores oriundos de provincias donde el Presidente ganó “por afano” en el balotaje del 2023.

Aquí radica la verdadera y superlativa importancia táctica del carácter federal de la marcha, los legisladores de las provincias que antes de la marcha podrían pensar que era “un quilombo en Buenos Aires” vieron cómo el descontento con la medida se manifestó de forma masiva en cada una de las provincias y de las capitales del país.

Incluso por el lado del PRO circularon versiones de que la bancada conducida por Cristián Ritondo no acompañaría el veto en esta oportunidad, algo que bien podría negociar el Ejecutivo pero que, desde el partido que encabeza Mauricio Macri, ya le advirtieron que “esto te va a costar más caro”. Todo puede pasar, habrá que ver también cómo se posicionan los gobernadores radicales de Mendoza, Alfredo Cornejo, y de Corrientes, Gustavo Valdez, así como otros aliados circunstanciales como el mandatario provincial de Neuquén, Rolando Figueroa, y de San Luis, Claudio Poggi.

Lo más posible por estas horas, aunque siempre con la posibilidad de un viraje según la muñeca política del Ejecutivo, es que tras la segunda Gran Marcha Federal Universitaria, el gobierno podría tener la oportunidad de hacer un nuevo aporte a su objetivo de déficit cero con el ahorro en platos y cubiertos para agasajar a sus “héroes” del parlamento. Se verá la próxima semana cuando el Congreso trate el veto en la Cámara de Diputados.