El VIN es una cifra desconocida, o número de caracteres, que muchas veces puede llegar a evitarte algún que otro contratiempo. Es un código único e irrepetible que simboliza la identidad de un vehículo en particular. Como las huellas digitales, son exclusivas y singulares. No pueden existir dos iguales, ya que se confundieron los datos históricos de ambos automóviles. Aún así, muchas veces es confundido o malinterpretado de forma popular como el número de chasis. Ahora veremos en qué se diferencian. Además, puedes profundizar acerca del tema y realizar búsquedas online en www.carvertical.com
El código que nos interesa, depende no sólo de la marca que lo fabrica, sino también del lugar de fabricación y de la cantidad de unidades producidas en todo el mundo. Es por eso que se trata de un conjunto de dígitos y letras, que puede distinguirse de cualquier otro en el planeta. Su utilización principal, tiene que ver con el registro de vehículos. Específicamente, en las oficinas u organismos encargados de este tipo de tareas burocráticas o administrativas. Pero en su haber, existen muchas más funcionalidades con respecto al mismo.
El VIN es lo que se podría considerar como el documento nacional de identidad, pero de los autos. Suelen contar con 17 caracteres, salvo los vehículos que fueron fabricados antes de 1980, que fue el año que se comenzó a regular la identidad de cada coche. Como dijimos anteriormente, suele confundirse con el número de chasis. Esto tiene que ver con la jerga popular o con lo que se habla dialécticamente en las mecánicas. Lo que sí es cierto, es que el número de chasis, responde sólo a una porción del VIN. De ahí viene la confusión.
Uno debe analizar, que hay 17 caracteres que forman el VIN. Son tres partes que tratan de legitimar distintas directivas: año modelo, lugar de fabricación, el registro del mismo, entre otros datos. Este mismo, suele grabarse en el bastidor del vehículo. Por eso muchas veces también es nombrado como número de bastidor. Con una troqueladora se escribe el nombre directamente sobre la chapa. Puede estar sino, en el motor, en la base de la puerta del conductor o en algunos casos, debajo de la alfombra del conductor. Si a la dificultad para encontrarlo, le sumamos la poca legibilidad que suele tener y la posibilidad de que haya sido manipulado, comprenderemos que suele ser muy complicado de estar seguro de cuál es tu VIN.
La manipulación del mismo, además de ser ilegal y de ser una práctica penada, puede atentar con la movilidad correcta de tu vehículo. ¿A qué se debe esto? A que el VIN muestra todo el historial del auto. Desde contenido audiovisual recuperado por softwares gubernamentales, hasta garantías, historial de robos o crímenes. Además, es una garantía para las aseguradoras. Allí reside su importancia y es por eso que debemos informarnos bien, definirlo bien y saber que no es lo mismo que el chasis. A la hora de comprar un auto, sea nuevo o usado, es recomendable verificarlo. Pero,¿cómo hacemos para adquirir toda esa información, si muchas veces es inteligible el número? Existen diversas empresas y emprendimientos que se encargan de recuperar esa información. Son seguras y no tardarán en brindarte todos los datos que necesites. Cuando no estés seguro del mismo, no tardes en contactar a alguna de ellas.