La problemática de la inseguridad en el Conurbano bonaerense se agravó con un violento episodio registrado en el barrio de Loma Hermosa, en el partido de Tres de Febrero. Un padre y su hijo fueron víctimas de un “robo piraña” en plena calle, un hecho que quedó captado por cámaras de seguridad y generó gran conmoción.

Diego Valenzuela. Intendente de Tres de Febrero.

El asalto ocurrió sobre la calle Antonio Beruti, cerca de Avenida Eva Perón, cuando las víctimas se dirigían a tomar un colectivo. Fueron interceptados por un grupo de al menos cinco delincuentes que actuaron con extrema violencia.

Los agresores golpearon a las víctimas, derribando a una de ellas, para finalmente sustraer un bolso que contenía documentación personal.

Delincuentes ignoraron el ruego por la discapacidad

Lo más dramático del hecho fue el desesperado pedido de auxilio y clemencia que la víctima le dirigió a los asaltantes. En medio del forcejeo, uno de los hombres gritó a los ladrones: “¡Dejalo es discapacitado, pará! Por favor. Soltalo, soltalo”.

Al consumarse el robo y ver que se llevaban el objeto, la víctima volvió a suplicar: “Tiene el certificado, por favor, pará”, en una clara referencia a la documentación que acreditaba la discapacidad.

El hombre relató a Mediodía Noticias que los delincuentes “no les importó nada” y se llevaron el bolso a pesar de la advertencia. “Les pedí que no se llevaran el bolso, que era de mi hermano discapacitado. Pero igual se fueron”, lamentó. Por fortuna, una vecina encontró los papeles tirados y se los devolvió horas más tarde.

Vecinos en alerta por la constante violencia

El afectado, vecino de Loma Hermosa, denunció que no es la primera vez que padece la inseguridad en la zona, una queja que se replica constantemente entre los habitantes del barrio que apuntan hacia el intendente Diego Valenzuela.

“En la puerta de mi casa, me robaron dos veces en este año y con esta ya es la tercera”, detalló. “Acá yo todo el tiempo escuchó que la gente sale gritando, se prenden las alarmas, es muy constante”, concluyó, reflejando el estado de alerta y zozobra que se vive diariamente en Tres de Febrero.