Joaquín volvía del colegio a bordo del colectivo 91 y al bajarse, dos jóvenes se acercaron para robarle la mochila. Durante el forcejeo, una bala impactó en el pómulo de Joaquín, quién inmediatamente llamó a su mamá desde su celular y le dijo: “Mamá vení, me pegaron un tiro, estoy en el chino”.
Afortunadamente, dos mujeres que estaban en la zona vieron la situación y no dudaron en ayudarlo: “Se estaba desangrando literal, la gente no hacía nada”, declaró una de las mujeres. Su madre y su padre estaban realizando trámites en la localidad de Ramos Mejía cuando recibieron el llamado y acudieron inmediatamente al lugar. “Sentí que mi mundo se partió, siento que mi corazón está partido, no me quitaron la vida de mi hijo pero nos truncaron como familia, los proyectos, es como si nada tuviera sentido (…) le dije que vendamos todo, entregamos la casa y nos vamos”.
Quienes contuvieron y salvaron la vida de Joaquín hasta que lograron trasladarlo al Hospital Ballestrini, declaran que el 911 no brindó las respuestas necesarias y que nunca envió un patrullero al lugar del hecho: “El 911 llamás por un auxilio y te pregunta hasta el color de pelo, de las zapatillas, no llegó el patrullero, lo llevaron en un auto, yo le pedía por favor que me manden un patrullero”.
El niño, será operado mañana y en estos momentos está consciente, sin ningún órgano vital comprometido y la familia manifestó que se sienten “acompañados” al haber recibido “llamados de autoridades del Ministerio de la Provincia de Buenos Aires y del Ministerio de la Ciudad, de cargos importantes”. Este jueves, el ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, se refirió al hecho y dijo que está dispuesto a colaborar cuando se lo pidan desde la Provincia de Buenos Aires.