En pleno auge de la primavera, avanza en el Concejo Deliberante de La Plata un proyecto de ordenanza que busca prohibir de manera definitiva la plantación de ejemplares de Plátano (Platanus x acerifolia) en todo el ejido urbano del partido. La iniciativa surge como respuesta a las intensas alergias que esta especie genera durante la estación.

Lucía Barbier. Concejala PRO.
Lucía Barbier. Concejala PRO.

El proyecto, impulsado por la concejala Lucía Barbier (PRO-JxC), establece en su Artículo 1° la prohibición de plantar plátanos en “veredas, plazas, parques, bulevares y todo espacio público municipal”. La legisladora propone su reemplazo progresivo por especies nativas o que generen un menor impacto ambiental y sanitario.

Riesgos sanitarios y daños estructurales

Al fundamentar la iniciativa, Barbier explicó que, si bien el plátano fue un emblema del paisaje platense, hoy la evidencia técnica y sanitaria demuestra que su presencia masiva genera problemas concretos.

El argumento central es que el polen del plátano es “altamente alergénico” y afecta especialmente a niños, adultos mayores y personas con enfermedades respiratorias crónicas. Según el texto, puede desencadenar rinitis, conjuntivitis y crisis asmáticas, una situación que se vuelve más crítica en las cercanías de hospitales, geriátricos y escuelas, donde la población vulnerable es mayor.

Además de los efectos en la salud, la concejala destacó que las raíces de los plátanos “provocan daños frecuentes en veredas, cañerías y mobiliario urbano”, generando altos costos para el municipio y riesgos para los vecinos.

Plan de sustitución con especies nativas

La propuesta de ordenanza instruye al Ejecutivo a elaborar un plan de reemplazo y convocar a una audiencia pública para incorporar criterios de especialistas y la participación vecinal.

La prioridad será sustituir los ejemplares ubicados cerca de centros de salud y educativos, así como aquellos que presenten riesgos sanitarios o estructurales. Para las nuevas plantaciones o reposiciones, se exigirá el uso de especies nativas que favorezcan la biodiversidad, tengan bajo impacto alergénico y raíces no agresivas.

Barbier enumeró especies como el jacarandá, lapacho, ceibo, timbó o sauce criollo como alternativas más adecuadas al clima local, que reducen los riesgos sanitarios, disminuyen los daños estructurales y fortalecen la resiliencia del arbolado urbano.

Finalmente, el proyecto incluye la creación de un Padrón Público Digital del Arbolado para registrar la ubicación, estado y el cronograma de reemplazo de todos los plátanos de la ciudad.